Dos experiencias fueron clave para descubrir mi pasión: vivir en el extranjero, lo que fortaleció mi amor por mi país y su cultura, y la oportunidad de encargarme de la curaduría de la Gift Shop del Gran Museo del Mundo Maya.

Al abrir Kukul Boutik, había muchos aspectos que no tenía definidos, como el mobiliario y la decoración de la tienda. Sin embargo, una cosa estaba clara: no quería abrir una tienda de artesanías común y corriente. Desde el principio, mi estrategia ha sido diferenciarme mediante una mezcla única y excepcional de productos de diseño artesanal.

Kukul Boutik es mi forma de compartir con el mundo el amor por mi país. No me imagino haciendo otra cosa. ¡Gracias por apoyar este proyecto y por formar parte de esta maravillosa comunidad que comparte los mismos valores y aprecio por lo hecho en México!